Todas las relaciones tienen etapas. Algunas parejas pasan por menos que otras, pero si algo es cierto es que desde el inicio de una relación nos imaginamos algún futuro junto a esa persona. Una de las cosas que siempre pasa por nuestra cabeza cuando nos imaginamos un futuro con alguien es vivir juntos. De hecho, aunque no sea algo que pensemos demasiado porque ese nivel de compromiso simplemente no nos cabe en la cabeza, si pasamos los primeros meses de una relación intentando pasar todo el tiempo posible junto a esa persona, y eso, eventualmente se convierte en un apartamento juntos.
Pero, empezar a vivir con alguien no es del todo sencillo, y mucho menos a los 20’s, dejar de lado la comodidad de vivir con nuestros padres o olvidarse de la privacidad infinita de vivir solos es cosa seria y tal vez no sea una muy buena idea, acá les dejo el porqué:
1. Se van a conocer de verdad
Pasar 24 horas al día, 7 días de la semana con una persona es una seria invasión a tu privacidad. Las cosas que antes eran sólo tuyas ahora se van a convertir en un chiste interno de la relación, como saber que una cierta mirada acompañada de un «amor…» susurrado con un tono específico significa que se acaban de tirar un pedo.
2. Van a tener una constante crisis existencial
A diferencia de todos tus amigos, los viernes en la noche dejan de ser un sinónimo de fiesta y pasan a ser un dilema. Cocinar juntos una Sopa Azteca y sentarse a ver una película llega a ser igual de placentero que alistarse por horas y salir a tomar.
3. Van a gastar menos plata en ropa y más plata en el apartamento
De la nada, cuando vayan a ver una película juntos y tengan que matar un poco de tiempo ya no vas a irte directo a escoger un nuevo par de pantalones, más bien, van a querer ir a escoger juntos el nuevo cubrecama o comprar la olla que tanto les hace falta.
Van a querer empezar una familia
En algún punto van a sentir que al apartamento le hace falta algo, y aunque sean de las personas que jamás se imaginaron como padres van a terminar enamorados de algún gato que vieron en adopción y simplemente no van a poder negarle un hogar a una criatura con unas patitas peludas tan irresistibles.
Van a compartir guilty pleasures
Aunque tengan los placeres culposos más opuestos van a terminar compartiendo algunos, porque aquella canción pop pegajosa de los 90’s que todavía cantas sola en la ducha se va a convertir en parte del playlist oficial de limpiar el apartamento.
En fin, irse a vivir juntos durante los 20’s puede ser la mayor prueba que una relación pueda enfrentar pero al mismo tiempo se convierte en la mejor forma de darte cuenta que encontraste a tu compañero de vida.
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