Lamentablemente, muchos niños y niñas sufren de abuso diariamente. Entre ellos, el abuso sexual, físico, emocional o incluso la negligencia por parte de sus padres o persona encargada. Lo que más queremos es ayudarlos pero, ¿cómo se logra eso si muchos de los niños ni siquiera dicen que están siendo abusados? Es decir, si están sufriendo, ¿Por qué guardan silencio?
A continuación, las razones:
Confianza
Una de las principales razones para que un niño o niña que sufre de abuso lo mantenga en secreto, puede ser la confianza que le tiene a su abusador.
Existe la posibilidad de que la víctima vea al abusador como familia, como su protección, como si cualquier acción realizada por esa persona fuera correcta sin importar cual sea y los efectos que la misma pueda tener sobre él o ella, y a pesar de que eso suene retorcido, sucede. Esto nos lleva a la segunda razón:
Protegerse a sí mismos y al abusador
Al tener aprecio por la persona que está abusando de él, un niño lo que menos desea es meterlo en problemas. Además de que muchos niños consideran que si alzan la voz, los que sufrirían las consecuencias serían ellos, ya que de cierta manera se sienten culpables.
Credibilidad
«¿Cómo probar el abuso?» «¿Cómo creerle a un niño por encima de un adulto?»
Estos son pensamientos recurrentes en la mente de un niño o niña que sufre de abuso y teme decirlo.
Uno de los mayores temores de un niño que sufre de cualquier tipo de abuso, es expresarlo y que nadie les crea y con esto, someterse a las consecuencias por parte de su abusador.
Amenazas
Una de las acciones que aseguran a un abusador el silencio de sus victimas, es recurrir a las amenazas. Atemorizar a los niños en cuanto a su seguridad y a la de su familia es de las principales razones para que un niño se mantenga callado con respecto a su situación de abuso. Las amenazas que un abusador le dice a niño no necesariamente son verdaderas, pero al ser tan inocentes, los niños suelen creer cualquier cosa.
Tácticas persuasivas
Es común que un agresor recurra a manipular a su víctima con el fin de conseguir su silencio o incluso, comprarlo.
Regalos, actividades especiales o premios suelen ser recursos útiles para lograr su objetivo, así como convertir el abuso en un juego con el fin de confundir a la víctima.
Es importante mantener una comunicación abierta y sana con los niños y niñas que nos rodean. Explicarles los diferentes tipos de abuso que existen y enseñarles que, sin importar la situación o persona que lo esté causando, cualquier caso de abuso está mal y debe ser reportado de manera inmediata.
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